La entrada a un edificio es la primera barrera que tienen que pasar tanto los inquilinos de cada vivienda como las personas ajenas al mismo para acceder. Por lo tanto, la comodidad para los residentes allí y la seguridad ante los desconocidos son las dos claves en las que debes fijarte antes de elegir una puerta de entrada al edificio.

Partes de un portal que a veces pasan desapercibidas

Al fijarte en las partes de un portal para adquirir una, debes pensar dónde va a estar ubicada. No es lo mismo una puerta en el interior de un rellano, con techo, que una ubicada a la intemperie en un clima de temperaturas extremas. El material dependerá en gran medida de estos factores, y también el acabado.

El marco de la puerta es una de las partes que muchas veces olvidamos y que también es importante. Pueden intentar forzar la puerta a través del marco o no ser lo suficientemente resistente para aguantar los factores climáticos.

La hoja de la puerta conformará la mayor parte de la seguridad de la puerta. Dependiendo del tipo de puerta que elijas, será acorazada, blindada, de madera maciza o de acero, por ejemplo. Así, la cerradura es el elemento en el que más debemos fijarnos cuando instalamos una puerta, ya que después de la resistencia de la misma, es aquí donde intentan forzarla los ladrones. Hay sistemas como el antibumping muy recomendados y efectivos para evitar robos en casa.

Niveles de seguridad en la puerta de entrada al edificio 

La puerta de entrada a un edificio es un lugar de tránsito donde entra y sale mucha gente. Desde vecinos, amigos y familiares, hasta carteros y repartidores. Por eso, además de una cerradura completa y segura con mecanismos anti robo y antibumping, es importante que su apertura sea cómoda para los vecinos y su cierre sea automático y hermético.

Hay una gran diferencia entre una puerta que cuesta de cerrar y hay que hacerlo de forma manual, con una que se cierra tan automática y rápidamente que propicia un sonoro portazo. Si confías en expertos del sector como ATECO Comunidades, encontrarás una solución para un movimiento y cierre suave y hermético de tus puertas de edificio.

La seguridad de una puerta suele medirse por la facilidad, el tiempo y el ruido que se necesita para forzarla. Sin embargo, de nada nos sirve una puerta cómoda si algunas personas residentes en la vivienda no pueden utilizarla por el peso o la incomodidad de apertura. Seguridad y comodidad van de la mano y son los principales aspectos que debe de tener tu puerta de entrada al edificio.

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